Segundo o site INFOBAE.COM, "a cantora e atriz uruguaia Natalia Oreiro confirmou que seu novo galã será o ator Luciano Castro, com quem gravará una novela interativa chamada 'Amanda O', que poderá ser vista através de uma página da web, e baixada em celulares".
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ENTREVISTA
NATALIA OREIRO
"Soy atrevida"
Estuvo en Córdoba para presentar su local de ropa. Habló de lo que usa y diseña, de lo que hará en cine y TV, y de sus ganas de escaparse a las sierras. Quizá por esa sensación de extrañeza que provoca la pantalla, cuando la gente tiene la oportunidad de ver de cerca a un famoso, por lo general quiere comprobar: cuán alto es, cuán lindo es y cómo se ve su cabello. Eso hizo el fin de semana una pequeña multitud que se congregó alrededor del local de ropa que Natalia Oreiro presentó en el Córdoba Shopping. La actriz, fiel a su fama de chica de barrio, se acercó a saludar a sus fans, posó para prensa y cámaras de celulares, abrazó a varios que calcularon su altura y no se enojó cuando alguno le tocó suavemente sus capas castañas (sí, tiene capas).
Acompañada por su hermana Adriana, con quien diseña la línea Las Oreiro, habló con La Voz del Interior sobre todas sus pasiones: la actuación, el canto, el diseño, la defensa del medio ambiente, el cine y hasta de su campo en las sierras cordobesas.
–¿Diseñás la ropa que te gustaría usar?
–Sin dudas. Al principio queríamos hacer algo muy pequeño, esta idea se remonta a cuando yo tenía 12, mi hermana 16 y estudiábamos corte y confección. Después ella se recibió de diseñadora, y yo me dediqué a darle un toque al vestuario de mis personajes. En Sos mi vida mucha de la ropa que usaba era mía, la llevaba de mi casa.
–¿Qué hay de vos en los diseños?
–La idea era que la marca nos identificara: mi hermana es más clásica, yo soy más atrevida, y esa conjunción hace a Las Oreiro, dos mujeres diferentes pero con el mismo apasionamiento por los colores, la imagen de la mujer de los años ’50, con curvas, bien femenina. Ahora pareciera que la extremada delgadez es algo hermoso, pero para mí la belleza de la mujer, lo que la diferencia de los hombres, son sus curvas, sus formas.
Natalia cuenta que si tuviera que elegir para vestir a una diva clásica y otra contemporánea, optaría por Audrey Hepburn y a Gwen Stefani, y confiesa que delira cuando sus colegas usan sus diseños. “Carla Peterson sale ahora en la tapa de Gente con un vestido rojo de mi colección. ¡No me avisó nada, me enteré en el quiosco! Disfruto más de lo que hago si lo veo en otro, que la use yo es una obviedad", añade.
Química cuántica
Pero no sólo el gusto por la moda comparte con Carla Peterson, también por los hombres. Oreiro protagonizará en breve Amanda O, una serie que se verá por Internet, en la que estará escoltada por Luciano Castro, actor de Lalola. Dice que está tan encantada con el personaje (“Es algo diferente a lo que suelo hacer, una mujer completamente loca, desquiciada, que maltrata a la gente, muy divertido”, anticipa) como con el compañero: “Me encanta Luciano, tenía muchas ganas de trabajar con él, resultó que él también y se dio”.
–¿Creés en eso de que las parejas con química hacen funcionar una serie?
–Sí, pero creo primero en una buena historia para contar. A partir de eso, y si es una historia de amor, es fundamental que los protagonistas tengan química. Podés ser buen actor o llevarte súper bien con tu compañero, y que eso no se vea en pantalla. Ojalá que pase eso con Luciano. Además, a las chicas les encanta.
–Sabrás que fuiste la envidia de muchas...
–Sí, no soy ninguna tonta para elegirlos (risas).
–¿Volverán a trabajar juntos con Facundo Arana?
–Sí, tengo ganas, hablamos seguido y fantaseamos con la idea de volver a hacer algo juntos y producirlo nosotros.
–La gente fantasea con la idea de que entre ustedes pasa algo detrás de la cámara…
–Sí, pero nos pasó toda la vida, desde que nos conocemos, en 1994. Cada vez que trabajamos juntos nos dicen eso. Definitivamente, es una de de las personas con la que más química tengo para trabajar, y a la gente le encanta creer que se traslada a detrás de escena. Por suerte, tengo a alguien en mi casa que se banca eso bastante. Es una fantasía de la gente y está bien, la idea es que el público sueñe. Cuando voy al cine también quiero creer que eso que veo está pasando, que soy la heroína de la película.
Dirigir o criar pollos. El planeta Oreiro no se detiene. Natalia está por filmar una comedia romántica con Diego Peretti y Norma Aleandro; presentará y cantará en el especial Un sol para los chicos y continuará en Canal Siete con su programa sobre ecología, Recurso Natural. Es una convencida de la militancia verde, recicla hace años y cree que como ciudadano se deben hacer pequeñas acciones para la salud del planeta, tanto como exigir que el gobierno tome medidas.
Mientras habla, sentada en el local decorado con fotos de las hermanas Oreiro de niñas y con el detalle de un pequeño Buda (uno de sus símbolos predilectos), se hace tiempo para saludar a quienes la miran detrás del vidrio, sonreír y tirar besos a quien los pida. Ante esa imagen, la tentación de la siguiente pregunta no es maliciosa, sino inevitable.
–¿No sentís a veces la presión de ser así todo el tiempo, para todo el mundo?
–Siempre fui así, como me ven. Puedo estar ahora apretada en este vestido y después ponerme uno de noche y estar elegante en una fiesta, y mañana me ves andando en bici de jogging. Después, si tengo ganas de cantar, canto. O actúo. O diseño. No me quedo esperando para ver si al otro le va a gustar. Con los años, se ven las consecuencias de hacer lo que a uno le gusta (obvio que con los aciertos y errores): hace que sea verdadero.
–Pero, ¿no tenés tus días cruzados?
–Y sí, claro. Si duermo mal, estoy de mal humor. Anoche por ejemplo, no pegué un ojo porque estaban construyendo al lado. Pero hoy pude dormir una siesta.
–Actuás, cantás, hacés ecología, diseñás, ¿tenés aún fantasías por cumplir?
–Sí, de acá a muchos años, después de estudiar y ganar experiencia, sueño con dirigir cine, me encantaría. Creo que todas las experiencias que sumé en mi vida, se volcarán a algo integral. O quizá no, y termino en un campo criando pollos.
–Tenés más aspecto de chica urbana.
–No creas. En realidad, tengo un campo en Córdoba, en el valle de Calamuchita, vengo todos los años y me encanta. Además soy uruguaya, y viste que dicen que somos tranquilos, apacibles. También lo soy, aunque no lo parezca.
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